Llorar en soledad, en ocasiones, es necesario. Pero reír o llorar con el otro es enriquecedor.
Gracias a todos con los que he llorado o reído durante mi vida porque me han ayudado a ser mejor persona.
Llorar en soledad, en ocasiones, es necesario. Pero reír o llorar con el otro es enriquecedor.
Gracias a todos con los que he llorado o reído durante mi vida porque me han ayudado a ser mejor persona.