Acabo de llamar a mi hermana. Estaban en el avión, en Zaragoza, repostando porque en Madrid había mucho tráfico aéreo. Ale salió desde un avión medicalizado y aún no ha ingresado en la Ruber. Pensaba llamarla más tarde, pero no pude resistirme al leer el texto que me envió esta mañana y que transcribo (con su permiso) a continuación…
Dentro de 2 horas salgo para el aeropuerto. Nos vamos a Madrid. Esta vez no sé lo que siento. No es miedo, ni esperanza ni desesperanza… Esta vez no he llamado a todo el mundo para pedir miles de oraciones o pensamientos positivos para Alejandro el día 17, cuando esté en quirófano…
Me siento triste aunque sé que la operación va a ir muy bien y que a Ale, Roberto le quitara los nervios…
Ayer, Javi y Jorge salieron de casa a celebrar el cumpleaños de Pepi y me quedé sola. Sola. Fui hasta la habitación de Ale y me tumbé en su cama. Me abracé a su cocodrila y lloré.
Mi niño, sé que he hecho por ti todo lo que he podido. Sé que no puedo ayudarte más. Pero… ¿quién te despertará cantando?, ¿quién, cada noche, te dará la broma de preguntarte si piensas dormir con Isabel Pantoja, con Paulina Rubio, con Shakira o con Miguel Bosé, porque te duermes con el MP3 en el oído?
Ayer preparé tu maleta. No falta nada. Qué pena que no pueda meter mis besos, mis abrazos… el amor que te tengo.
Me quedan 10 días para disfrutar de ti. Luego, a la vuelta, te llevaremos a Tenerife, a tu nuevo hogar y no podré verte durante un mes por lo menos.
Llevas mes y medio en el Negrín pero puedo visitarte cada tarde. Ahora me invade el vacío.
Volverás. Estoy segura. A pesar de que otros digan que siempre tendrás que vivir en instituciones…. Yo sé que volverás. Tienes que hacerlo. Llenarás la casa con tus cantos, con tus saltos, con tus gritos. Volveré a sentir tus besos tiernos mientras me susurras un te quiero.
Se inicia otra etapa en nuestras vidas y, una vez más, es preciso aprender a hacer el camino andando.
Sé que en Tenerife vas a estar muy bien. Sé que vas a ser feliz y que vas a ser muy querido por quienes te rodeen. Sé que aprenderás a controlar tus impulsos y tu agresividad. Que, tal vez, incluso puedas aprender a dar nombre a tus sentimientos… Sé que, gracias a tu autismo, te adaptarás perfectamente y casi no nos echarás de menos. Soy yo la que estará sin ti. Yo la que tendré que aprender a vivir sin estar 24 horas pendiente de tus necesidades, interpretando tus silencios, leyendo tu mirada o tus gestos.
Sin embargo, la vida me brinda la oportunidad de disfrutar al 100% de tus hermanos. De volcarme en ellos. De compartir con ellos sus miedos, sus alegrías, sus sueños… No estoy sola. Les tengo a ellos, aprenderé a tenerme a mí y tú siempre estarás conmigo.
Jorge, Ale, Javier son lo más grande y lo más importante de mi vida. Por ustedes y gracias a ustedes sigo en pie. LES QUIERO.
Ya por la noche tuvimos más noticias gracias al Diario de la Esperanza (en Margullado-Blog de Helio)
http://margullando.wordpress.com/2011/05/14/diario-de-la-esperanza-capitulo-segundo-i/
7 respuestas a “ADIÓS, BESITOS o VIAJE AL FINAL DE UN CAMINO (Por Trini R. L.)”
jo, me ha emocionado… muchos ánimos a todos
Gracias, Nes. A ustedes, compañeros por casualidad de esta aventura/locura literaria, los siento también parte de mi familia, precisamente por cosas como estas… por estar siempre aquí, atentos a lo que pasa y aunque en lugares tan dispersos, siempre tan a mi lado.
Un bico enorme para ti y prometo que desde que el viento cambie de dirección escribiré cosas que les hagan reír o al menos sonreír, pero no puedo quedarme impacible ante la realidad.
ya sabes que nos tienes para lo que haga falta, más cerca o más lejos en la distancia pero siempre cerca, los teléfonos y la red están para acercarnos.
y uno escribe de lo que vive y lo que siente, y a veces son cosas tristes, y otras felices. la vida es así, ¿no?
😉
Gracias, lo sé. En cuanto a que «uno escribe de lo que vive y de lo que siente» no estoy de acuerdo (pero eso daría para uno de nuestros debates), pero lo que sí es cierto es que cuando nos pasan cosas de calado (positivas o negativas) inevitablemente necesitamos escribirlas y compartirlas.
Eso es lo que ocurre estos días.
Más bicos canarios para mi niño galego.
[…] ADIOS, BESITOS o VIAJE AL FINAL DE UN CAMINO (Por Trini R. L.) […]
Lamento contradecir a tu hermana en unos momentos tan duros, pero esa maleta iba llena de besos, de abrazos, y de amor. Lo que no sé es si cabía algo de ropa…
Erre que erre.
Seguro que sí. Imagino que se refiere a que ella no podrá darlos personalmente.
Besotes erre que erre.