Tengo a Italo Calvino mirándome de reojo desde la mesa de noche. Y yo le digo: ahora voy, ahora voy. Entonces empieza a dar golpecitos con el pie en el suelo desesperado, y yo quiero dejar de bucear pero lo cierto es que no paro de brincar de un lado a otro: al correo, al blog, al facebook. Entonces termina amenazándome «Si una noche de invierno un viajero». Creo que me está convenciendo, pero ¿no estamos en verano?
Escrito el 28 de Junio
Huellas de sal 
6 respuestas a “ENGANCHADA”
Y cuando terminas con facebook, vuelves a empezar con el correo, o empiezas con otros blogs… Es el cuento de nunca acabar…
Dale un ordenador a tu amigo Calvino, y que te lo cuente por ‘chat’. 😛
Erre que erre.
Jajaja. No, tendré que elegir. Si quiero leer esta noche no me conecto…
AS
¡Tienes todo la razón!… las patas de mi mesita de noche se estan doblando bajo el peso de tantos libros que quiero leer y sin embargo… aquí me tienes… un beso
El problema, Domi, es que la lista de libros pendientes aumenta sin cesar. Pero por aquí seguimos querida amiga. 😦
Nunca podrás terminar de leer Si una noche de invierno un viajero o, mejor dicho, jamás dejarás de leerlo. Es asquerosamente maravilloso saberse tan poco al lado de alguien que hizo Seis propuestas para el próximo (este) milenio que se cumplen a rajatabla cuando, incluso, sólo pudo escribir cinco. Nos queda el consuelo de saber que sabemos que no sabemos: filosofía antigua y barata, pero ayuda y es verdad.
Por tu culpa (o gracias a ti) lo hice, aunque es cierto que por muchas páginas que se devoren es imposible terminar de leer cada uno de los inicios que incluye. Me pareció admirable su capacidad de enganchar con esos inicios, a la vez que frustrante ver como jugaba con el Lector y la Lectora, o lo que es lo mismo con nosotros. He de confesar que me costó, pero coincido en que su lectura es imprescindible y una vez leído es cuando se paladea su grandeza. Por antigua y barata además de cierta, tampoco es fácil que todo el mundo sea consciente de ella.