Dicen que los escritores están hechos de otra pasta, que andan siempre por las nubes, pensando en las musarañas, invocando a las musas. Me río de Janeriro. Las musas, las musas, son otro invento de los amanuences. Algunos le llaman inspiración, otros disciplina. ¡Ellos que presumen de ser tan observadores, tan sensibles, son incapaces de verme! Algunos incluso tratan de atraparme de un golpe o de un aplauso convertido en arma diabólica. Los pocos que me distinguen, volando tímida, piensan que soy una polilla del mobiliario o que voy hacia la luz del foco buscando el suicidio. Ninguno sabe que yo soy la que sopla en sus oídos, con mis aleteos, las palabras adecuadas para contar sus historias. Yo, pálida palomita temblorosa, soy la palabra.
2 respuestas a “Pajarita”
Pues me gustan las dos versiones. Yo que temo a las polillas intentaré mirarlas como las describes, pero no prometo nada. Me regusta tu blog!!
Gracias, Rosy, por pasearte por esta orilla y dejar tu huella. Gracias por ser y estar.