Genética pasajera


Estás igual que en mi recuerdo. En estos veinte años he evitado pensarte. Ahora, ya no me dueles. Te sentías incapaz de cuidar a un niño pequeño. La falta de mamá te enloqueció, no podías darme alegría. Tendría todo el cariño con la Tía Ruth. Las primas llenaron mis carencias con juegos. En mi nueva casa no se la nombraba. ¡Te hizo tanto daño! Tu hermana nunca le perdonó que se quitara la vida. Al menos, dice, no me llevó con ella en la barca de Caronte. Me dijeron que me amabas más que a tu vida. Ahora lo entiendo todo, padre, tenías tanto dolor sobre tus hombros que te fuiste para que yo pudiera ser feliz. Lo fui y lo soy. Gracias.

Te miro, leyendo como siempre.Al verte, el mundo se ha detenido en este aeropuerto.
Dudo si acercarme.
Anuncian el embarque en la pantalla.
Volando quizá me atreva.


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