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Comerse el mundo a versos
Los tres amigos se contaban confidencias entre copas de vino y dulces artesanales en una tarde plácida animada por el canto de los pájaros. El ambiente tranquilo hacía que todos se abrieran a la emoción, no a la cursilería ni a la banalidad sino al dejarse mecer por la energía de los otros y así…
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La gaviota varada
«Me siento tan libre a tu lado que no necesito estar sola», le grito a ese agujero que, con mirada monocular, parece retarme. Libertad, soledad, fusión: la nada. Ser libre para sentirse fuerte sin nadie; fundirse con quién hace que, hasta nuestra oscuridad, brille.
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Cuando el verdugo encuentra belleza en el dolor
Estaba triste, agobiada. Fin de semana en casa con cientos de obligaciones, contigo enfadado (recriminando, exigiendo, pidiéndome ser quién no soy; cómo no soy). De repente decides: “¡Vamos a la laguna a sacar fotos que las flores están preciosas!”. No tengo ganas, me siento gorda, fea, malquerida, imperfecta, pero es más importante la foto porque…
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Nuevo cambio de rumbo
En condiciones normales dormía como una bendita. Solo cuando su vida necesitaba cambios profundos se despertaba, sin piedad, a las cuatro de la mañana. Esta vez sintió un frío intenso, que si no movía sus extremidades se hundiría. El techo se había transformado en una cúpula infinita y la luna se bañaba en el horizonte.…
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La otra
26 de octubre de 2039 Disfrutaba de mi soledad en aquel banco cuando alguien ocupó el extremo opuesto. Canturreaba «Sentada en el andén» y entonces, al reconocer mi voz, la miré. Le hablé de los libros de nuestra biblioteca y de los imanes que sujetaban las fotos en nuestra nevera de entonces. Le mencioné todo…
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Lo que soy
No soy más que un gato. Anidan pájaros en mi cabeza que no alcanzo a atrapar de un solo zarpazo. Mis ojos yacen vendados por margaritas secas: cadáveres deshojados por deseos imposibles. Geometría pétrea abriga mi cara; encarcela mis labios para impedir que susurren un «te quiero». No soy más que un gato habitado por…
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Veinte años ya
Transformamos en hogar la vieja casa. No con miedo sino con la alegría del que construye los sueños, afrontamos la proximidad del nuevo siglo. Aún no sé que esta será mi cárcel, que se morirán mis perros y vendrán otros, que nacerán mis hijas; que todos me abandonarán y solo quedaré yo en el lugar…
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Siete lunas de miel para un final
Se abre la veda. Señalamos la presa con una anilla imaginaria de materia descompuesta: herrumbre de batallas antiguas, bilis de celos cabalgantes, toneladas de algodón en los tobillos de Hermes. Sin quererlo, sin buscarlo, sin soñarlo; nos mentimos. Llegan ecos de voces no atendidas, lanzadas con furia en competición por alcanzar la mayor…
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Noches infernales
Desde que cambió de vida parecía feliz, liberada, hedonista. Se imponía la mejor sonrisa de dentífrico y jamás mostraba insatisfacción o amargura. Nunca confesaría la crueldad de la soledad que la poseía cada noche; se sentía aniquilada por carecer de un abrazo o de una palabra que la envolviera en sueños de ternura. Eso sí,…
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El lector es cada día más feliz
Me encanta el día de hoy (el día del libro, el día de San Jorge). Regalo y me auroregalo libros a menudo. Cada 23 de abril, mis hijas reciben un libro (y por su cumpleaños, y los han traído los Reyes Magos, y en cada Feria del Libro, y cada vez que pisamos una librería…